Hola amigos, aquí estamos de nuevo para ilustraros con una nueva entrada, esta vez vamos a narraros una de las tantas historias de apariciones marianas sucedidas en España, para ello no va a ser necesario que nos desplacemos a ninguno de los lugares tan archiconocidos en la sociedad gracias a estas supuestas apariciones, me refiero a Fátima, Lourdes, Montserrat o un largo etc, bastará con que ahondemos un poquito en lo más profundo del corazón de Cantabria, y en su montaña más mágica “Peña Sagra”.
Gentes de bien, hoy os presento “San Sebastián de Garabandal”
San Sebastián de Garabandal es una pequeña aldea, situada en la zona suroeste de Cantabria y cercana a la localidad de Puente Nansa, en la que sus vecinos sobrevivían gracias a los duros quehaceres diarios basados en la ganadería y la agricultura, todos ellos acompañados de una poderosa creencia religiosa. Ahora mismo este pequeño y humilde pueblo cuenta con 108 habitantes, en aquella época claro esta contaba con un porcentaje censal muchísimo menor.
La tranquilidad y el paisanaje rural típico de la España norteña profunda, reinaban en el lugar, bajo la sombra de hayedos y robles en la majestuosa “Reserva del Saja”, y dándoles a todos ellos vida un pequeño arroyo conocido como “Sebrando” que terminaba su apacible recorrido uniéndose al río Vendul.
Trasladados ya a este maravilloso lugar al que vale la pena visitar, voy a proceder a narraros la historia sucedida en aquella tarde de domingo, el 18 de Junio del 1961, donde 4 niñas juegan y planean robar unas manzanas del huerto del maestro. Esto es solo el comienzo de una larga historia que se desarrollo durante 4 años, alimentada y documentada por medio de video y audio, donde se registraron estados de éxtasis y sucesos paranormales tales como levitaciones, demostraciones de fuerza, además de un largo etc.
Mari Cruz y Conchita de 11 años, acompañadas por sus dos amigas Jacinta y Mari Loli de 12 años, salen corriendo del huerto del maestro después de vil travesura, y al llegar a la calleja sofocadas y angustiadas, se arrepienten de lo cometido pidiendo agitadamente perdón al ángel de la guarda, a la vez que arrojan piedras a su izquierda, donde según las creencias infundadas por sus mayores, pensaban que se encontraba el demonio que las hubiera tentado a cometer tan inocente fechoría, es entonces cuando en la tarde despejada, y quebrantada por el ensordecedor estruendo de un trueno, emerge una figura muy bella, rodeada de un asombroso resplandor, y al que las niñas reconocen como un Ángel, a posteriori autoridades eclesiásticas traducen la descripción que las niñas hacen de él ante la atenta mirada de su profesora Serafina, y lo describen con un largo traje azul sin costuras, con alas rosas y muy grandes, los ojos negros, las manos muy finas, pies invisibles y de una edad aproximada a los 9 años.
Al día siguiente medio pueblo bromea del acontecimiento, mientras los demás esperan pacientes, que las niñas rectifiquen el testimonio, y admitan que todo ello se trata de una inocente broma. El párroco del cercano pueblo de Cosío, Don Valentín, alarmado ante tal revuelo, no duda en citar una a una a las niñas para esclarecer el asunto, quedando no se si gratamente sorprendido al corroborar que las 4 niñas en solitario, siguen mostrando la misma descripción de lo vivido, diciéndolas al despedirse, que si esta tarde lo vuelven a ver le pregunten, que quién es y a que viene. Esa misma tarde las niñas vuelven al lugar donde tuvieron la aparición, y mientras están de rodillas rezando, los niños del pueblo no dudan en tirarlas piedras y burlarse de ellas. Por la noche, ya acostada Conchita oye una voz, que la dice:
- ¡no os preocupéis, que me volveréis a ver!
Ya el día 21, y acompañadas de familiares y vecinos, las niñas se dirigen al mismo lugar del visión, tras unos rezos, las 4 niñas caen de rodillas en trance, ante los boquiabiertos acompañantes. Sus cuerpos se mantienen rígidos, sus rostros angelicales dirigen su mirada hacia un punto fijo en el cielo, con la cabeza totalmente hacia atrás, en una posición antinatural, vestidas sin ápice de dolor y con unas amplias y candidas sonrisas que se pierden hacia el firmamento.
El sacerdote es alarmado por los familiares y no tarda en personarse en el obispado para dar buena cuenta de lo allí sucedido. Las niñas cada día arrastran más y más gente hacia el lugar de los hechos, y el estrecho sendero que conduce al lugar de la aparición, se convierte en paso de cientos de personas, que acompañan a las niñas, hasta su misterioso lugar de rezo.
Las niñas empiezan a entrar en trance más habitualmente, e incluso son pinchadas y quemadas con cigarrillos durante sus agarrotamientos de fe, mostrándose totalmente insensibles al dolor. Caen de rodillas sin producirse daño alguno, no parpadean y su mirada perdida en un punto del vacío cielo desprende una luz que no la logran descomponer, ni los focos de los cámaras que las filman, ni los aguaceros y granizos que caen sobre sus rostros, ni siquiera el runrún de todo el mundo que allí las mira.
Cada día más cientos de vecinos de la provincia se aproximan a esta pequeña aldea para curiosear por el revuelo generalizado que se ha gestado en torno a las niñas de Garabandal. Sacerdotes, obispos, médicos, periodistas, todos ellos dan fe de la veracidad de estos increíbles trances.
El día 1 de Julio, el ángel se les identifica como el Arcángel San Miguel, y las anuncia que al día siguiente se aparecerá acompañado de la Virgen. Efectivamente, al día siguiente otra nueva aparición, esta vez el Arcángel San Miguel, junto a otro ángel y acompañados de la Virgen a la que describen con vestido blanco, manto azul, corona de estrellas doradas, manos estiradas con un escapulario marrón, cara alargada con nariz muy fina, la boca muy bonita y labios gruesos, alta, y con una apariencia de unos 17 años. Según ellas La Virgen se presentaba como la advocación de la Virgen del Carmen.
El comienzo de los trances, vendría precedido de una voz interior, a lo que ellas calificaban como “la llamada“, que era lo que las avisaba del momento en el que tenían que dirigirse al lugar habitual, a cualquier hora del día o de la noche, y cayendo en trance a la misma hora a pesar de que permanecieran separadas.
Según iba pasando el tiempo las visiones de la Virgen se multiplicaban y estos periodos de éxtasis resultaban más asombrosos y duraderos si cabe, pudiéndose ver a las niñas tumbadas boca abajo totalmente rígidas y con la cabeza hacia atrás, caminando de espalda sobre las rodillas a gran velocidad, y cogiendo diversos objetos religiosos sin mirar a sus dueños. También existen testimonios exagerados de los más fieles, que comentan haberlas visto levitar, el olor de aromas celestiales e incluso comuniones místicas, y un largo etc. Unos médicos defendían su autenticidad, otros muchos reacios a calificar este tipo de sucesos como paranormales renegaban de su veracidad a la espera de que la ciencia demostrara todos o gran parte de ellos.
Al principio los diálogos entre la Virgen y las niñas, se mantiene en conversaciones triviales y cotidianas, aunque con el tiempo según lo que cuentan la Virgen les empieza a hablar de la mala conducta del hombre, mensajes apocalípticos muy típicos en el 100% de las supuestas apariciones marianas.
El 29 de Julio de 1961, la Virgen entrega un mensaje a las niñas, que no podría ser desvelado hasta el 18 de octubre, y llegado ese día miles de fieles se personan en el lugar para conocer el citado mensaje. Ese día Conchita lee un papel que entre otras cosas insubstanciales reza:
“hay que hacer muchos sacrificios y mucha penitencia, y tenemos que visitar mucho al Santísimo. Pero antes tenemos que ser muy buenos. Y si no lo hacemos vendrá un castigo muy grande. Ya se está llenando la copa y si no cambiamos vendrá un castigo”.
Es entonces cuando mucha gente se marcha decepcionada ante tan fría situación y exceptuando a Conchita las demás niñas quedan apartadas de toda la fenomenología.
Hasta este momento solo las cuatro niñas habían podido visionar las supuestas apariciones, hasta la visita de un joven Jesuita, profesor de teología, el padre Luis María Andréu. La noche del 8 de Agosto de 1961 el padre Andréu se encontraba estudiando un éxtasis, de repente sobresaltado exclamó en voz alta, “Milagro, Milagro, Milagro, Milagro” con el rostro cubierto por las lágrimas. Dicen las niñas que la Virgen le había concedido verla a ella y el gran milagro. De madrugada cuando volvía en el coche conducido por sus amigos exclamó:
¡Qué regalo me ha hecho la Virgen!, ¡Qué suerte tener una Madre así en el cielo!, ¡No hay que tener miedo a la vida!, ¡Hoy es el día más feliz de mi vida! Pocos momentos después el Padre Andréu, fallecía en el coche, ante la atónita mirada de sus amigos.
Los fenómenos de la Virgen de Garabandal se siguen sucediendo durante 4 años, el último llega el 13 de Noviembre de 1965 y es recibido por Conchita, y esto según cuenta la citada Conchita es lo que la Virgen le comunicó:
“¿Te acuerdas de lo que te dije el día de tu santo de que sufrirías mucho en la tierra? Ten confianza en nosotros y lo ofrecerás con gusto a nuestros corazones, por el bien de tus hermanos porque así estarán más unidos a nosotros. Os quiero mucho y deseo vuestra salvación para reunirnos en torno al Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Será la última vez que me veas aquí, pero estaré siempre contigo y con todos mis hijos.”
Desde entonces han cesado las apariciones y Conchita en sus últimas declaraciones antes de partir hacia Estados Unidos manifestaría al respecto:
“Estoy segura de que el milagro vendrá, porque la Virgen me lo ha dicho, y también se la fecha y el contenido del milagro que la Virgen hará para el mundo”
Al parecer el milagro ocurrirá un jueves a las 20:30, coincidiendo con un evento de enorme transcendencia para el mundo cristiano. Una gran señal aparecerá en el cielo, y será visible en todo el mundo, y el suceso empezara por “A”. Las personas mas alarmistas lo atribuyen a un asteroide que chocará contra la tierra, más concretamente el de “Ajenjo”, la estrella mencionada en el Apocalipsis de San Juan. El aviso tendrá lugar en Garabandal 12 meses antes, y será comunicado por Conchita 8 días antes. Los enfermos que acudan al lugar sanarán, y si aún así el mundo no se convierte ante el milagro de la Virgen, Dios ejecutará un tremendo castigo a la humanidad. Conchita decía:
“La Virgen hará el milagro para intentar evitar el castigo, aunque el castigo no puede ser evitado porque hemos perdido hasta el sentido del pecado. Hemos llegado al extremo que le obliga al Señor a no poder detener el castigo, pues realmente tenemos necesidad de él”
EL 14 de Octubre del 1962 el obispo Beitia Aldazábal manifiesta:
“los fenómenos de Garabandal tienen una explicación de carácter natural”
Poco después se ve obligado a dimitir por problemas de salud siendo sustituido por Monseñor Puchol, que también adopta una posición negativa hacia las apariciones, desacreditando los fenómenos allí ocurridos, con estas declaraciones:
“No ha existido ninguna aparición de la Santísima Virgen, ni del Arcángel San Miguel, ni de ningún otro personaje celestial. No ha habido ningún mensaje. Todos los hechos acaecidos en dicha localidad tienen una explicación natural”
A los pocos días Monseñor pierde la vida en un trágico accidente.
Los obispos que los continúan siguen mostrándose críticos ante los hechos, hasta que en 1988 el obispo Juan Antonio del Val, vuelve a autorizar a los sacerdotes a celebrar Eucaristías en Garabandal.
Fuentes cercanas al obispado hacen sumar escépticos a la teoría del fraude, desvelando unas conversaciones que realizaron las niñas en el obispado, al confesar que todo lo acaecido fue mentira, un inocente juego de niñas. Mari Cruz una de las niñas dijo:
“Todo se lo había inventado Conchita, que siempre estaba organizando bromas, pero se formó tanto jaleo que tuvimos que seguir, yo temía que si decía la verdad., la tomarían con nosotras, todo fue sin mala intención.”
Al final Mari Loli corrobora el testimonio de Mari Cruz, confirmando que al final lo tuvieron que dejar porque llegaron a un punto en el que se asustaron muchísimo, y ya no sabían si lo que habían visto era real o imaginario.
Hoy en día muchas son las personas que siguen acudiendo en peregrinación a Garabandal, un pequeño pueblo que tampoco es que tenga excesivo carácter mercantil y propagandístico, ya que no son muchos los que hacen negocio con el lugar, al menos en comparación con otros lugares de culto mucho más conocidos, que si hacen negocio de sus supuestas apariciones marianas.
Mari Cruz actualmente vive en Asturias, mientras las otras tres tienen su residencia en Estados Unidos. Conchita es la que desde la sombra, coordina un importante negocio relacionado con las apariciones de Garabandal a través de la organización denominada “GARABANDAL CENTER”, con sede en Long Island, negocio en principio financiado por Joey Lomangino (persona invidente que espera recobrar la vista por intercesión de la Virgen, según le ha prometido Conchita), este negocio mueve hoy muchísimo dinero debido a las donaciones, objetos religiosos, cintas y videos, y poseen medio millar de delegaciones por todo Estados Unidos, en la que trabajan cientos de creyentes de manera altruista.
El milagro en cuestión fue anunciado por presuntos seguidores garabandalistas para el 13 de Abril de 1995, coincidiendo con Jueves Santo, no llegándose a producir milagro alguno, y siendo Conchita acompañada de Mari Loli, las que desmintieron esta fecha antes del día señalado. Conchita mostró su malestar por tal calumnia, y comunicó que aún esperaban “la llamada” de Nuestra Señora, comunicado que logró no concentrar tanta gente, pero que no consiguió que 10.000 fieles, se personaran en el lugar de las apariciones. La parafernalia allí montada el 13 de Abril de 1995, no fue poca cosa. Varias personas entraron en éxtasis, siendo una de ellas una norteamericana, Jenny Garzan, la que a las 20:30, y para el asombro de todos dijo haber recibido un mensaje de agradecimiento, durante su trance.
Hoy en día son muchos los libros escritos sobre este tema, varios intentando demostrar el fraude, otros muchos ratificando la supuesta realidad de todas las apariciones. Lo cierto es que San Sebastian de Garabandal, en lo más profundo de la Cantabria mágica sigue guardando el secreto. Este pueblecito sigue siendo cuna de la religión y del fenómeno ovni. El monte adornado completamente con cuadros representativos de la Santa Biblia, una pequeña especie de capilla de adoración a la Virgen, un lugar junto a unos pinos organizado como lugar de oración, la piedra sobre la que se apareció el Arcángel San Miguel, y un cristo que adorna la calleja donde se produjeron la mayor parte de los sucesos, este es todo lo que si ustedes deciden visitarlo, tienen la oportunidad de conocer.
Muchos son los que a día de hoy con profunda devoción, siguen esperando que Conchita anuncie el milagro . Si realmente llega, aquí estaremos para contárselo, y quien sabe, como no me coge muy lejos igual me paso y veo el espectáculo.
¿Verdad o fraude? Eso lo dejo para ustedes, espero les haya gustado la entrada, a mi hablar de tanta Virgen a llegado incluso a agobiarme.
Gracias por estar al otro lado, Un Saludo.